ACOSADORA DE JOHN DIGWEED VA A LA CARCEL

Una acosadora que le envió correos electrónicos sexualmente explícitos a su DJ favorito y lo besó mientras estaba actuando en un concierto en Maidstone, lloró desde el banquillo mientras evitaba la cárcel.

Sharon Rennie, de 49 años, de Park Avenue, Dundee, se declaró culpable de una conducta que equivalía a acoso cuando compareció en la Corte de Magistrados de Maidstone.

Le dijeron a la corte que era una "súper fan" del productor de discos John Digweed, una vez votó como el DJ número uno del mundo, y le envió una gran cantidad de correos electrónicos entre junio y octubre.

Estos variaban de expresiones de admiración y amor, que a veces eran sexualmente explícitas, a correos electrónicos que eran ofensivos y abusivos, ninguno de los cuales el señor Digweed respondió alguna vez, se le dijo al tribunal.

El acusado admitió haber enviado algunos correos electrónicos, pero negó haber sido abusivo.

La Sra. Rennie, que estaba "obsesionada" con el Sr. Digweed, trató de obtener su número de teléfono llamando a su agente y pretendiendo ser un viejo amigo. El agente se negó.

El Sr. Digweed se presentó en The Social Festival en Kent Showground el sábado 30 de septiembre, cuando Rennie corrió hacia él y lo besó, diciendo: "Es genial verte. ¿Vienes a casa conmigo?

Él respondió: "No, no lo soy". ¿Quién diablos eres tú? "La seguridad la eliminó.

 Sharon Rennie fue retirada por seguridad del Festival Social en Detling

Tres días más tarde, ella apareció en su casa en Sevenoaks, verificando con un vecino que era la dirección correcta al afirmar que iba a tener una entrevista con él.

Ella llamó al intercomunicador diciendo que quería hablar con él. Un conocido de Mr Digweed le pidió que se fuera, lo que hizo, y llamó a la policía.

La Sra. Rennie fue sentenciada a 120 días de prisión, suspendida por dos años, y se le ordenó pagarle al DJ £ 100 en compensación.

También se le dio una orden de restricción, prohibiéndole ponerse en contacto con el señor Digweed o su esposa, o visitando Sevenoaks, durante cinco años.

Conteniendo las lágrimas, dijo: "No puedo dejar de insistir lo mucho que lo siento.

"Nunca, nunca me acercaré ni haré nada para causar ninguna molestia. Solo quiero irme a casa."

Fuente: kentonline.co.uk